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LOS JUDÍOS EN GUADALAJARA
27feb '18
Durante los siglos VIII al XI, periodo de la hegemonía islámica en la Guadalajara medieval, la población judía de la ciudad fue numerosa e influyente, desarrollando una intensa vida cultural.
BREVE HISTORIA.
En el S.XII Alfonso VII, concede a la ciudad el llamado “Fuero Corto”, siendo los judíos equiparados a los caballeros para la debida defensa de la ciudad. Establece, que los judíos varones y en edad propicia, deben acompañar al rey en sus campañas, quedando el resto para proteger las plazas de posibles ataques y recaudar las rentas de la Corona.
Durante el S.XIII en el reinado de Alfonso X, la protección del rey aseguró el desarrollo económico de la población mediante la defensa de sus comerciantes y la autorización de sus ferias y mercados, lo cual supuso una gran ventaja para la población judía que ya copaba parte del sector comercial. Se sabe que la aljama de Guadalajara en 1290 pechaba (recaudación de impuestos) 16.986 maravedíes, cantidad suficiente para establecer una de las más importantes juderías del reino castellano.
De los siglos XIII al XV, el grupo judío de Guadalajara adquiere su mayor relevancia económica y cultural, coincidiendo las familias más influyentes de la economía castellana, (los Bienveniste y los Matutes), con el centro de la mística judía o Cábala en Sefarad. Esta combinación, hizo de Guadalajara destacara como un centro cultural de alta importancia.
Cabe destacar hacia 1290, a Moshé Ben Sem Tob, filósofo cabalista, más conocido por Moisés de León, que aunque no nació en Guadalajara, residió durante mucho tiempo y desarrolló en nuestra ciudad su principal obra, “el Libro del esplendor” o “Zohar”.
Ya en los siglos XIV y XV son cada vez más abundantes las noticias documentadas sobre los judíos en nuestra ciudad, cada vez son más ricos y numerosos bajo el protectorado de la familia Mendoza. Puede destacarse en este periodo y hacia 1482, la instalación de la primea imprenta judía, o los nombramientos de los médicos personales de Doña Isabel o de Diego Hurtado de Mendoza, de origen judío.
LA JUDERÍA DE GUADALAJARA.
La tradición local señala, que con anterioridad a la conquista cristiana, los judíos habitaban extramuros de la ciudad de Guadalajara. Concretamente al otro lado del barranco de San Antonio, sobre el actual cementerio, en el paraje denominado “castil de judíos”. Tras la entrada de los cristianos en la ciudad, esta judería fue abandonada, trasladándose a finales de siglo al entorno del convento de Santa Clara.
Antiguas juderías y Castil de los judíos.
Parece que ocupó la colación de San Andrés, delimitada por la actual calle Ingeniero Mariño, la calle Dr. Benito Hernando que la separaría de la zona mudéjar y la calle Miguel Fluiters, donde se agolpaban las tiendas de comerciantes.
Casas que pertenecían antiguamente al convento de Santa Clara alquiladas a la comunidad hebrea. Actual C/Miguel Fluiters. C/Sinagoga
Se sabe con certeza según se enumera en el recibo de “bienes comunes que los cabildos e cofradías e aljama de los judíos de la ciudad de Guadalajara”, que en 1492 existían en la aljama judía de Guadalajara al menos cuatro sinagogas: La sinagoga “Mayor”, la de “Los Matutes”, la del “Midras” y la de “Los Toledanos”.
La llamada sinagoga mayor, según el cronista del S.XVII Hernando Pecha, estaría situada en la actual plaza Beladíez, concretamente en el solar que actualmente ocupan los juzgados, antiguo palacio de los Bastida. Según el historiador, en el interior del mismo, existía “una capilla fabricada a lo mosaico; es decir a la ley de Moisés, con tres puertas y una capilla mayor…”; es decir la sinagoga.
Otra de las sinagogas denomina de los Toledanos, desvela la procedencia de muchos de los judíos que ocupaban esa zona. La ubicamos gracias a un documento del 10 de junio de 1499, en el solar de la actual iglesia de la Piedad.
También en el recibo de “bienes comunes", se nombra la sinagoga vieja o de los Matutes, ubicada antiguamente en la Plaza de Santa Clara en el solar ocupado por Ibercaja. Posteriormente esta sinagoga pasó a ser propiedad del rey Sancho IV para construir su palacio, siendo el germen del Convento de Santa Clara.
Palacio de los Bastida y Santa Clara; dónde se ubicarón antiguamente las Sinagoga Mayor y la Sinagoga Vieja.
Por último la Sinagoga del Midras, que se situaría presuntamente en las confluencias de las calles de Ingeniero Mariño y la Calle de la Sinagoga, aunque no existen datos contrastables.
Confiamos que este pequeño artículo, haya servido para acercar a los guadalajareños la historia de esta importante comunidad judía que tuvimos en Guadalajara.
Fuentes:
Guadalajara, memoria de la ciudad 1800-1936. Javier Solano.
Las juderías de Cuenca y Guadalajara. Miguel Romero Saiz.
Juderías de Sefarad.